Uno de los motivos por los que surge esta entrada es el de tomar conciencia de los motivos que llevaron a instaurar el Feriado Nacional del 24 de Marzo. Y que no pase a ser simplemente otro feriado más en que lo único importante es no ir a clases, o a trabajar, poder levantarnos tarde o hacernos una escapada turística.
Me gustaría tratar el tema de la importancia de involucrarnos con temas polémicos. Todos los hechos que nos tocan más de cerca son los más difíciles de analizar con parámetros objetivos, justamente porque la distancia entre el sujeto y el objeto se achica hasta llegar a confundirse o prácticamente anularse. Más aún en el caso en el que, de una u otra forma, los hechos nos involucran, aunque solamente hayamos sido mudos testigos de lo sucedido.
Es natural entonces que se generen más polémicas encendidas en el común de la sociedad cuando se discute sobre lo sucedido en Argentina durante la década de 1970 o 1990 que cuando se discute sobre la historia del siglo XIX. No es que no haya conflictos irresueltos sobre lo que ha sucedido en el siglo XIX y cuánto de eso nos afecta hoy en día. Simplemente los actores de la discusión no estuvieron involucrados en carne y hueso en el conflicto.
Hay, con respecto a los discursos y los conflictos, una vieja "sabiduría popular" que prohibe hablar de fútbol, política o religión si no se quiere entrar en una discusión conflictiva y en grandes polémicas irreconciliables. Los intercambios de opiniones debieran ser, de acuerdo a este punto de vista, sobre temas menos ríspidos como la cantidad de grados centígrados que hizo determinado día, el nombre de tal nuevo integrante de la familia o el vestido de tal o cual presentador de la tele. Si los temas a tratar tienen que ser de índole académica, muchas veces se intenta evitar un pronunciamiento sobre los temas más polémicos, donde nuestra persona tiene que realizar verdaderas elecciones morales y no puede ya escudarse en la pretendida objetividad de la que nos cobija la distancia.
Esta nota entonces, intenta ser lo contrario a esta postura. Pone sobre la mesa una realidad cercana y dolorosa para nuestra sociedad. Una realidad que se discute en los tribunales, en los editoriales de los diarios y en las calles.
Es inevitable que allí donde encontramos un problema vivo, surja el conflicto. Sería más fácil evitar los problemas de revolver el barro de la historia y solamente discutir problemas muertos, ya en el tiempo, ya en la distancia del espacio, que es otro tiempo horizontal. Hablar de guerras a cientos de años de distancia o a miles de kilómetros, lo mismo da.
Como sociedad madura, no debemos temer involucrarnos en el conflicto, porque allí palpita la vida.
Está bueno que nosotros como adolescentes podamos ser "testigos" de alguna manera de lo que pasó el 24 de marzo de 1976. El feriado es una manera de concientizarnos acerca de aquello que pasó y que produjo miedo, terror y odio en la gente. Saber acerca de nuestra historia y qué sucedió en aquel último golpe militar, nos hace crecer y pensar en cómo y por qué (aunque muy difícil de entender) se llevaron a cabo las torturas, persecuciones, censuras y muertes durante este período. Un claro caso fue el del periodista que mandó una carta al "gobierno" al cumplir un año del golpe. Ésta obiamente criticaba y decía puramente la verdad (con avidencia) acerca de lo que ocurría en nuestro país en aquella época.
ResponderEliminarMe parece que es difícil de entender para nosotros que no lo vivimos en el momento, pero si hablamos con cualquier persona que halla estado (mamá, papá, conocido, etc.) nos cambia por completo la manera de verlo. Creo que no es lo mismo leerlo de un libro de historia o que te lo cuente alguien con la experiencia. Lo hablamos hoy en la clase, como este periodista que se la jugó para investigar y decir tantas verdades de experiencias de otros con su vida en riesgo y por lo menos a mí, mis papas me contaron sobre lo difícil que fueron sus estudios universitarios o el terror que se vivía en sus casas y el miedo que tenían de salir a la calle. Yo no lo veo como un acontecimiento que pasó así nomás, sino como algo muy cercano que con los detalles y todo lo que se dice me hacen temblar.
ResponderEliminarComo personas, nosotros, los adolecsentes, estamos alejados de los sucesos sucedidos en el golpe militar; pero aún así seguimos formando parte de esa historia argentina, y sentimos cerca lo que pasó en ese tiempo debido, principalmente, por nuestros padres. Sus historias relatadas hacia mí me hacen desear revolver aquel oscuro pasado, y simplemente no puedo dejarlo pasar por más que haya sucedido hace años atrás. Por más conflictos que surgan el hecho de revolver el pasado no debe darnos miedo o simplemente no podemos dejarlo pasar como algo así nomas. Fue algo que nos incumbe a todos y nos pasó muy cerca.
ResponderEliminarSaber de nuestras historias pasadas es muy importante, la idea de aprender de los hechos del pasado es para poder revertirlos en la actualidad, crecer y ser más conscientes de lo que pueda llegar a pasarnos.
ResponderEliminarEs sumamente importante recordar esta fecha, ya que para nuestros padres, abuelos, y todas las personas que estaban presentes en esos tiempos es muy importante, el recuerdo viejos amigos, parientes o hijos desaparecidos. Y para la gente de mi generación, que a pesar de no haber vivido esos momentos sigue siendo algo importante.
Hoy en día, es una lastima que parte de la sociedad no le de importancia suficiente a los acontecimientos que nos marcaron tanto. Hablando muy en general, las efemérides ya no son valoradas, conmemoradas por lo que fueron, sino que son valoradas por ser feriado. No se trabaja, no se estudia, descanso, vacaciones. ¿Y el propósito de declarar feriados nacionales? Se desvanece la idea de detenerse a pensar acerca de lo ocurrido, reflexionar, conectarse con la historia. Se desvirtúa el sentido.
ResponderEliminarEn el acto y marcha de los días lunes y martes para la conmemoración del último golpe militar, vi muchísima gente a mi alrededor, las calles estaban repletas, todos movidos por lo mismo, había una energía inexplicable y a la vez un sentimiento profundo de angustia, y esto me demostró que no toda la gente se olvida de por qué no está donde debería estar en un día de semana. Es precisa la concientización de la sociedad, la reflexión, el involucrarse en estos temas.
Tema difícil de debatir entre nosotros, los chicos, que gracias a Dios no tuvimos que pasar por este momento de terror, angustia e incertidumbre.
ResponderEliminarEn este feriado sería importante ponernos a reflexionar lo que fue para muchos argentinos tener que vivir en este momento tan trágico. Y sobre todo para los desaparecidos y los parientes de los mismos que, hoy en día, aún los siguen buscando. Por los torturados, por los que se opusieron y los ejecutaron y por todos los habitantes de este territorio que hoy dicen "que no se repita". No hagamos que esto vuelva a suceder.
Estoy completamente de acuerdo Diego, en el punto de que se acaba hablando de trivialidades constantemente, de temas que no llevan a una discucion acalorada o una conversacion mas profunda.Tal ves por que somos mas proclives a hablar de hechos,cosas puntuales que no reciden opiniones en ves de sentimientos y pensamientos capas por el miedo a como los otros la interpreten y acepten.
ResponderEliminarNosotros no vivimos ni sufrimos aquella época, pero si la sentimos cerca. No solo los que fueron victimas o parte de la dictadura son los que deben conmemorar este día, sino toda la sociedad, desde los más chicos a lo más grandes.
ResponderEliminarEl golpe de marzo de 1976 fue un gran cambio para la sociedad argentina y la marco para siempre.
En este día feriado, todos deberíamos tomarnos un momento y pensar en aquella gente que injustamente fue torturada de la peor manera, por todos los desaparecidos y sus parientes y por la memoria de los que murieron.
Estoy de acuerdo con lo que decís Diego acerca de que al ser un tema tan vivo y doloroso, tratamos de esquivarlo y surja el conflicto. Siempre es más difícil hablar sobre algo de lo que vivimos, que sobre algo que ocurrió en el pasado, del cual no fuimos parte. Pero no hay que temerle, y se debe discutir y analizarlo a fondo.
Involucrarnos en este tema, no debe darnos miedo y toda la sociedad debería recordarlo.