El escritor uruguayo Eduardo Galeano, rescata en El libro de los abrazos algunos avisos publicados en distintos diarios de Uruguay en 1840, veintisiete años después de declarada la abolición de la esclavitud en esas tierras.
Se vende:
- Una negra medio bozal, de nación cabinda, en la cantidad de 430 pesos. Tiene principios de coser y planchar.
- Sanguijuelas recién venidas de Europa, de la mejor calidad, a cuatro, cinco y seis vintenes cada una.
- Un coche, en quinientos patacones, o se cambia por una negra.
- Una negra, de edad de trece a catorce años, sin vicios, de nación bangala.
- Un mulatillo de edad de once años, con principios de sastre.
- Esencia de zarzaparrilla, a dos pesos el frasquito.
- Una primeriza con pocos días de parida. No tiene criatura, pero tiene abundante y buena leche.
- Un león, manso como un perro, que come de todo, y también una cómoda y una caja de caoba.
- Una criada sin vicios ni enfermedades, de nación conga, de edad como de dieciocho años, y asimismo un piano y otros muebles, a precios cómodos.
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ResponderEliminarEs muy duro leer estas palabras, el modo en que se presentan es terrible, personas que son puestas al mismo nivel que objetos, rebajados de la condición humana y a pesar de esto veintisiete años después de abolida la esclavitud en Uruguay. Y a pesar de ello, que siga ocurriendo en el día de hoy, solo que de una manera no tan publica, ¿no? En contra del olvido de todas las cosas que ocurren y que no dan tanto cuenta de existir debido a su ocultamiento.
ResponderEliminarCreo, como dijo Rochi, que es algo horroroso ver como las personas somos igualadas a objetos. No solo en 1840, sino que este sigue ocurriendo en el presente con la trata de blancas, el tráfico de niños, entre otras prácticas ilegales que involucran a las personas a ser tratadas como objetos.
ResponderEliminarCreo que es algo que la sociedad nunca va a poder sobrepasar poruqe siempre va a priorizar el lucro que puede obtener de estas prácticas
Es muy fuerte de leer esto, especialmente porque no estamos acostumbrados a verlo. Quizás en esa época no era tan impresionante de leer. De hecho hoy en día nos podemos encontrar con cosas similares, como por ejemplo con los avisos de prostitución de mujeres y hombres. Quizás es medio perturador de ver pero no es lo mismo, como que a nos acostumbramos a este horrible hecho. Quién dice,en unos años por ahí la gente vea los avisos como algo totalmente perturbador en lo que no estan acostumbrados.
ResponderEliminarEs increible leer acerca de la devalorización de las personas, de una manera tan expuesta escrita en los diarios como si estas personas no tuvieran importancia ni dignidad, creo que lo mínimo que se le debe otorgar a todos los seres humanos es el respeto y la igualdad tanto como la libertad.
ResponderEliminarEs increíble leer como se publicaba tan abiertamente este comercio de humanos, no solo se compara como dijeron las chicas al hombre como objeto desvalorizándolo completamente, privándolo de su libertad sino que también impresiona ver que fuera aceptado de alguna forma. Aunque hoy en día siga existiendo este tipo de comercio humano este paso a la clandestinidad, y leer como se publicaba en un diario es impresionante.
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