Que debemos trabajar es algo que es prácticamente indiscutible en nuestro mundo contemporáneo, occidental y capitalista. El que pretende vivir una vida que no esté centrada en un trabajo, o que evite en la mayor medida de lo posible el hecho de "ir a trabajar", seguramente será juzgado como un "vago", un "bueno para nada" y su actitud será reprobada por su familia y su entorno.
Aunque la mayoría de las personas que trabajan lleguen a sus casas exhaustos, estresados, con pocas energías para compartir con sus familias y amigos. Aunque la mayoría de las personas tengan trabajos que no los satisfacen, jefes que los maltratan, salarios bajos. Aguantar estas condiciones parece estar mejor visto que intentar evitarlas.
Pero no todas las sociedades tienen cánones de producción y acumulación intensivos como la nuestra. En muchas de las sociedades que podemos llamar clásicas o tradicionales, el ideal de vida no estaba signado por el trabajo, más bien todo lo contrario. En la antigüedad griega el trabajo estaba destinado a los esclavos y en la sociedad feudal del medioevo tampoco era bien visto por los nobles. Sin embargo no es esto una apología de la sociedad esclavista o feudal.
Lo que me interesa que pensemos es que el trabajo se ha vuelto algo tan asociado al deber, que hay muy poco lugar para entenderlo como una fuente de placer. Es muy común que el trabajo sea lo que hacemos "para comer" y luego si podemos realicemos actividades por puro placer, completamente separadas del trabajo.
En el mito bíblico del edén, Dios crea el trabajo del hombre como un castigo a su desobediencia: "Ganarás el pan con el sudor de tu frente", este sentido del trabajo como pena a cumplir, como deber impuesto a pesar nuestro es el que ha cristalizado en buena parte de la sociedad moderna.
Hay una canción muy conocida de Los auténticos decadentes que expone el problema sin medias tintas. Vamos a tratar de analizar la primera parte de la letra de “La guitarra”.
La primera estrofa es quizás la más interesante, allí no se habla en contra del trabajo en general, sino del cambio de un trabajo alienante por otro gratificante y de cómo la familia funciona como importante factor de presión sobre el tipo de trabajo “de oficina” que el protagonista rechaza y que está atado a una vida “normal”.
En la segunda estrofa podemos ver algunas características más de la “vida normal”, no solamente la oficina, también el estudio y el casamiento. Contra esto se propone seguir la vocación, tocar la guitarra todo el día y hacer de “la música mi techo y mi comida”.
Creo que el estribillo queda entrampado entre la falsa dicotomía trabajo vs. placer, (“yo no quiero trabajar”) entendiendo al trabajo asociado a los deberes e imposiciones de la familia/sociedad. Lo que se afirma en cambio es que se va a “tocar la guitarra todo el día” y que ese será su trabajo y su estudio, aunque no sean los de la vida normal, porque el trabajo se presenta placentero.
Tuve un problema de difícil solución, en una época difícil de mi vida.
Estaba entre la espada y la pared, y aguantando la opinión de mi familia.
Yo no quería una vida normal, no me gustaban los horarios de oficina.
Mi espíritu rebelde se reía del dinero, del lujo y el comfort.
Y tuve una revelación, ya sé que quiero en esta vida.
Voy a seguir mi vocación será la música mi techo y mi comida.
Porque yo no quiero trabajar, no quiero ir a estudiar, no me quiero casar.
Quiero tocar la guitarra todo el día, y que la gente se enamore de mi voz.
Porque yo no quiero trabajar, no quiero ir a estudiar, no me quiero casar.
Y en la cabeza tenia la voz de mi viejo, que me sonaba como un rulo de tambor.
Vos mejor que te afeites, mejor que madures, mejor que labures.
Ya me cansé de que me tomes la cerveza, te voy a dar con la guitarra en la cabeza.
Vos mejor que te afeites, mejor que madures, mejor que labures.
Ya me cansé de ser tu fuente de dinero, voy a ponerte esa guitarra de sombrero.
martes, 8 de septiembre de 2009
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A diferencia de algunos años atrás siento que la sociedad de hoy en día, más que nada los jóvenes se revelan ante sus padres para seguir su vocación sin importar cuanto dinero vallan a ganar, siendo esto algo imposible en épocas anteriores donde a más de uno no se le ocurriría intentar correr el riesgo de seguir su vocación sin tener, por decirlo de alguna manera, el dinero y los lujos asegurados en un trabajo “de oficina”. Nose si porque en esos tiempos no era tan común contradecir a los padres y revelarse contra ellos para hacer lo que a uno le gusta y le apasiona en su vida. Creo que en estos tiempos que vivimos hoy, o por lo menos en mi circulo de conocidos nadie se ve influenciado por mayores. Cada uno investiga y piensa que es lo que mas les gustaría hacer y planea seguirlo.
ResponderEliminarYo creo que la sociedad ya no es nada parecida a lo que solía ser. Ahora elegir la carrera que queremos seguir, pasa por nuestros deseos y no lo de los demás. Aunque, me parece y conozco muchos casos de gente que sí es influenciado por el dinero, como menciono Diego. De igual manera, el trabajo, sigue siendo visto como algo obligatorio, es decir que mucha gente elegiría que la plata le llueva del cielo y no trabajar, a tener que ganárselo por su propia cuenta.
ResponderEliminarCoincido con Diego al decir que hoy en día, la mayor parte de la sociedad asocia al trabajo como la fuente o la seguridad que nos brinda la comida de todos los días. En nuestra sociedad especialmente, las horas de trabajo son muy extensas y los adultos ven mas latentemente las desventajas de sus trabajos (como mencionó Diego, el maltrato de los jefes, salarios bajos, entre otros factores) que la satisfacción que éste les podría llegar a producir. Creo que también tiene mucho que ver con el típico trabajo estresante de las grandes ciudades.
ResponderEliminarEs muy certero también la necesidad cada vez más alta que tienen los trabajadores de buscar tiempos de recreación, de realizar actividades extras que no tienen nada que ver con el trabajo y que los ayuda a poder continuar con esa vida que día a día se complica más.
En fin, si comparamos ésta ciudad con otras como por ejemplo Londres, podemos observar que el trabajo aquí se vuelve algo estresante y pesado sobre todo por el cargo horario que se requiere para llegar a la comida de todos los días. Por el contrario, en ciudades de Inglaterra, existe un rango máximo de horario los que les permite por un lado, poder disfrutarlo más, tener más tiempos de descanso y de pasar con sus familias. Con respecto a la canción también estoy de acuerdo ya que en muchos casos, uno está “obligado” a realizar un trabajo que no lo satisface completamente simplemente por el hecho de tener que conseguir el alimento de todos los días que uno no podría conseguirlo con ese trabajo gratificante como “tocar la guitarra todos los días”.
Sin embargo, tampoco creo que debamos generalizar ya que por más que existan muchos factores negativos, hay mucha gente que disfruta y le satisface su propio trabajo el que le da la comida todos los días.
Me perece que hoy en dia el trabajo se ve asociado al deber, tal vez porque se ha convertido en una necesidad. Quien no trabaja no tiene expectativa de vida alguna (en cuanto a lo económico), como dice Diego, será visto como un vago o un fracasado.
ResponderEliminarHoy en día ser casi obligatorio tener que seguir una carrera, para después poder conseguir un trabajo "digno" relacionado con lo estudiado durante varios años.
Coincido con todos en que cada vez más se ve la libertad que hay a la hora de elegir una carrera. Ya casi no se ve a los padres eligiendo por sus hijos, ni una reducida cantidad de carreras a elección. Todo es muy variado y liberal a la hora de elegir nuestro futuro.
ResponderEliminarPero por otro lado, se ve cada vez más como se elige una carrera dependiendo del dinero que esta nos dará en futuro laboral. De este modo, dejan de lado la pasión que puede llegar a producirles cualquier otra carrera que les guste más. Ponen el dinero ante todo.
Otro punto que me parece importante es que, como dice la canción, los adolescentes se ven ligados a la necesidad de tener un estudio, lo que conlleva a que cada vez haya más "lo estudio, por estudiar algo". No es su pasión, no es lo que les gusta, pero lo necesitan para conseguir algun trabajo y que no los dejen afuera.
Creo que es muy cierto eso de que se asocia el no trabajar con la vagancia, porque quizás sí lo sea. Pero no trabajar en algo que a uno no le gusta no es vagancia, es todo lo contrario es elegir tu propio camino y si te esta costando encontrar eso que queres de tu vida entonces la familia y la sociedad tendrá que esperar.
ResponderEliminarObviamente de algo tenemos que vivir y quizás trabajar de algo que no nos guste sea la respuesta para no pasar hambre y allí, por más triste que sea, no tenemos opción.