sábado, 8 de agosto de 2009

RESPONSABILIDADES


En nuestra sociedad el trabajo es casi siempre una relación social.
Uno trabaja con otros, en una empresa, en un colegio.
Para otros, uno es "empleado", "usado", que no casualmente es su sinónimo.
Otros trabajan para uno, uno es "empleador", "usador".
El producto del trabajo es para otros.
Lo que compramos está hecho por otros.

Es muy raro que el trabajo sea solamente lo que hago yo para mí. El otro está siempre presente en el trabajo y cuando el otro está entramos en el horizonte de la ética:

¿CÓMO ME COMPORTO? ¿QUÉ RESPONSABILIDADES TENGO?

Me gustaría hablar entonces sobre nuestro comportamiento y responsabilidades ante algunas situaciones.

Conocemos algunas de las condiciones en las que trabaja mucha gente:

- EN NEGRO
- EXCESIVAS HORAS
- SUELDOS MUY BAJOS
- MAL TRATO
- TRABAJO PELIGROSO

Todas estas condiciones tienen como contracara que otra persona obtenga un beneficio: más dinero.

No es un problema "del gobierno" y "los empresarios", es decir, algo lejano a nosotros, que solo podemos mirar desde lejos y lamentarnos "¡qué barbaridad!".

Aunque nos pueda parecer lejano y fuera de nuestro ámbito, todos nosotros directa o indirectamente contribuimos a apoyar y mantener estas condiciones de trabajo de millones de personas. Veamos de qué maneras.


1) COMO EMPLEADORES: intentando obtener los máximos beneficios a cualquier costo, no sólo en una empresa, sino por ejemplo cuando contratamos a alguien para que limpie y cocine en nuestra casa.

¿Estamos dispuestos a pagar un salario más alto aunque eso signifique resignar el poder comprar el último modelo de celular? ¿Nos vamos a aprovechar de la situación de una persona que no tiene otro remedio que aceptar el trabajo de limpiar el baño de una casa ajena, para pagarle lo menos posible?

2) COMO CONSUMIDORES: Dedicamos gran cantidad de tiempo y de trabajo en averiguar qué ropa está de moda, cuál es el mejor destino para ir de vacaciones y con qué vino combina mejor tal comida.
¿Por qué no averiguar bajo qué condiciones se fabrica la ropa que compramos, cómo afecta el turismo a las economías originarias de los lugares donde vacacionamos, cómo viven los que cosechan las uvas con las que se hac el vino que tomamos?
De las cosas que compramos ¿Por qué no exigimos que estén fabricadas por trabajadores bien pagos, en condiciones adecuadas?
¿Por qué estamos dispuestos a pagar más por el mismo producto de una marca que por el producto de otra basándonos solamente en el prestigio del mismo y no en cómo una u otra empresa trata a sus trabajadores?

¿Por qué no compramos tapados de piel si involucra la muerte de un animal, pero sí compramos ropa donde está en juego la vida de las personas?
Algunas de las conocidas marcas de ropa que están denunciadas en la justicia por contratar talleres con trabajadores en situación de semi-esclavitud son:

Mimo, Gabucci, Kill, Tucci, Chocolate, Martina Di Trento, Yagmour, Ona Saez, Cueros Crayon-Cueros Chiarini, Claudia Larreta, Portsaid, Awada-Akiabara, Normandie-Nmd, Muaa, Puma, Topper, Adidas, Duffour.


3) COMO CIUDADANOS: cuando no ejercemos presión política ninguna para que no se repriman las protestas legítimas de los trabajadores. Cuando no nos interesa informarnos sobre lo que está pasando, ni elevar nuestra voz para que no suceda.

Un ejemplo de nuestra desinformación es la situación de los ajeros de Mendoza, que relató hace poco Osvaldo Bayer en los siguientes términos.

"Son los más ignorados de estas tierras, e informé cómo se rebelaron porque la gigantesca empresa rural Campo Grande, de Adrián Sánchez, no depositó los descuentos jubilatorios durante doce años. Esas mujeres y hombres de manos como raigambres y ajadas hasta el extremo decidieron la protesta, formaron una columna frente a la enorme propiedad rural. Allí fueron desalojados por orden de la fiscal de turno Liliana Giner, en algo habitual en la historia mundial de los desposeídos: no se detuvo a los patrones estafadores del bolsillo humilde sino que se apaleó a los eternamente estafados. Los palos uniformados de la Justicia argentina fueron dados con todo gusto. Hubo rostros ensangrentados de obreras embarazadas y cabezas y espaldas apaleadas como bolsas. Esto fue en noviembre pasado. Ahora se informó que acaba de morir uno de los que levantaron la voz de protesta. El delegado Juan Carlos Erazo, en el hospital donde estaba internado por los golpes recibidos hace más de cuatro meses, perdió la batalla para siempre. Juan Carlos Erazo. Por algo será. Por protestar; el arma eterna de los proletarios. Sí, era pobre, y eso hay que tenerlo en cuenta cuando se sale a la calle. Pobre que protesta, pobre que la paga caro. La empresa no reincorporó a los delegados despedidos. No cumple la orden de blanquear la empresa con toda la peonada en negro."

¿Qué responsabilidad nos cabe en esto? Como mínimo informarnos. Si estas cosas pasan y se permiten y siguen pasando, es porque nadie dice nada. A los trabajadores pobres se les pega porque a nadie le importa. Y eso es lo que duele.

10 comentarios:

  1. Yo creo que no nos hacemos cargo de este tipo de cosas por el simple hecho de que por ejemplo yo creo que no puedo hacer nada al respecto. Me siento algo muy pequeño como para lograr que esto cambie. Desde mi accionar lo único que puedo hacer es informarme y dejar de comprarle ropa a las marcas que se que detrás esconden la explotación de personas, pero mucho mas que eso creo qeu no puedo hacer. Puede ser que me equivoque, seguramente, y haya miles de modos de influir para reducir esta explotación pero en este momento no se me ocurren muchos que estén a mi alcance

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  2. La sociedad en que vivimos esta llena de intereses por parte de todos. Las personas buscan obtener cada vez más beneficios sin ser verdaderamente concientes de las consecuencias de sus actos. Como bien marcas en tu entrada existen varios aspectos en los que se destacan este tipo de responsabilidades. No es fácil darse cuenta ya que estas situaciones suelen ser ocultas a la sociedad, algunas, seguramente muy pocas son las marcas, empresas o familias que salen a la luz por sus crueles actitudes frente a los más débiles.
    La individualidad que se destaca hoy en día es la que capas no nos deja ver la realidad. Uno suele vivir encerrado en su propia vida, con sus propios intereses, sin prestar demasiada atención a la realidad de quienes nos rodean y necesitan ser escuchados.

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  3. La única responsabilidad qe me puedo incluir es en por ejemplo el comprar ropa donde se trabajó con personas de talleres clandestinos. Es horrible sentirse tener algo qe fue hecho por alguien bajo penosas situaciones. De hecho, yo solía comprarme ropa en KOSIUKO y luego me enteré que se la denunciaba de tener este tipo tener esclavos para hacer su ropa, no había nada certero, pero supongamos que es verdad, ¿cobran tanto dinero por una remera hecha por alguien esclavo? ¿es ético eso?

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  4. Vivimos en una sociedad llena de desigualdades económicas y sociales de las que no tenemos ni idea que existen hasta que un noticiero las hace públicas. Las diferencias de clases existen desde el comienzo de los tiempos y lamentablemente el progreso la agudizó. No me interesa el consumo ni las marcas si eso implica que alguien tiene que sufrir para que yo las use.

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  5. Creo que todos estamos un tanto involucrados con dichas responsabilidades, y lamentablemente me siento bastante identificada con los ejemplos, como las marcas de ropa y la falta de uso que le doy a mi derecho político.
    En mi opinión, si todos decimos “alguien lo hará, alguien se hará cargo” simplemente porque pensamos que somos insignificantes, nadie va a hacer nada; sobre todo si dejan que ocurran semejantes desastres como aquel de la empresa rural Campo Grande.

    Por lo tanto, creo que es el deber de todos, informarnos e informar a los demás antes de salir a comprar ropa, por ejemplo y de generar uso a nuestro derecho político de la protesta, y así poder terminar con las desigualdades y discriminaciones que tanto callamos.

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  6. Todos tenemos un grado de responsabilidad en cuanto a estos temas, tal vez mas o tal vez menos. El problema es que, en el caso de la esclavitud en los talleres de ropa, este tipo de acciones resultan ser negocio par muchos. Entonces, creo muy difícil que esto se pueda erradicar por completo. Por otro lado, también existen las ganas de querer ignorar esta situación para seguir siendo parte de. De una masa de gente que se viste a la moda con lo último de último, y por ende se siente en sintonía con el círculo soial en el que se mueve.

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  7. Hay tantas situaciones de injusticia en la sociedad que uno prefiere no saber y pasarlas de largo. Creo que todos somos responsables de eso, porque siempre vamos a tratar de buscar el mayor beneficio sin importar la otra persona. Muchísimas empresas en nuestro país trabajan con gente en negro y en malas condiciones y uno después compra ese servicio o producto.

    Creo que debemos pelear por la justicia de los trabajadores y no tiene porque ocurrir casos como el de Campo grande.

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  8. Es algo en lo que, según mi pesar, estamos todos, en menor o mayor medida, involucrados. Esto no quiere decir que lo hagamos a propósito. Uno generalmente no se pone a pensar en quien hizo o bajo que condiciones se fabricaron las prendar que vamos a comprar y este es básicamente el problema, NO PENSAMOS, y al mismo tiempo tampoco nos informan muy a menudo que debemos parar a pensar e informarnos respecto a algunas cosas.
    Si yo no se que la posibilidad de que trabajo en negro, explotación, etc. estén detrás de la producción de la remera que estoy comprando, nunca voy a detenerme a pensar y considerar.

    Pero el mayor problema esta en la gente que esta informada y no hace nada al respecto (me incluyo) y desgraciadamente somos la mayoría. Somos Responsables y alimentamos cada vez más a que todas estas situaciones nombradas crezcan cada día más.

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  9. Coincido con vos en que no nos hacemos responsables porque sentimos que eso es algo que nos queda muy lejano, fuera de nuestro alcanze. Pero en difinitiva, es cuestiòn de reflexionar un segundo sobre la ropa que tenemos puesta, los cuidadanos fijos del lugar donde vacacionamos, entre otros. La idea es clara, hay que pensar un poco en el otro, darse cuenta por lo que debe estar pasando, y crear conciencia a los demàs. El callado no ayuda, el que le comenta a los demà este tipo de situaciones, sì.

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  10. Creo que todos somos responsables por estas injusticias. El no hacer nada al respecto, quedándonos pasivos en nuestros lugares no cambia nada de la realidad y nos hace culpables. El tiempo pasa, y si no se hace nada con respecto a estos temas, esto continuará. No hay que cerrar los ojos a la realidad, esto como primer punto.

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