martes, 10 de noviembre de 2009

Carta en primera persona

El día 15 de octubre comenzó el final de nuestro gran proyecto. Luego de un año de arduas tareas que nos permitieron juntar el dinero para construir tres casas junto a “Un techo para mi país”, partimos hacia Zárate a cumplir tres sueños.
Nos sentíamos ansiosos, nerviosos y algunos hasta con un poco de miedo. Teníamos sobre nuestros hombros la responsabilidad de construir tres casas. Algunos nunca habían clavado un clavo, otros eran ases del martillo, pero sabíamos que juntos íbamos a lograrlo.
Llegamos a Zárate con muchas expectativas. Ninguno podía esperar al viernes para conocer a las familias y construir. Nos dividieron en cuadrillas e hicimos actividades para conocernos mejor. Fue un lindo modo de conectarnos y entablar una relación que quizás antes no habíamos logrado concretar. Después de armar pirámides humanas, cantar canciones, vestir gente y comer nos dirigimos a los cuartos con la intención de dormir.
Al día siguiente a pesar de las pocas horas de sueño, nos levantamos con muchas pilas y ansiosos. Desayunamos y partimos caminando hacia el barrio.
Al llegar, las familias nos recibieron, todas muy contentas de nuestra llegada. Cada una nos contó su historia de vida. Nos chocamos frente a una realidad muy distinta a la nuestra pero nos sentimos muy cercanos a ellos. Compartíamos muchos gustos en común, por el mate y el fútbol así que rápidamente nos hicimos afines. Cavamos pozos, nos embarramos, pusimos pilotes, medimos distancias, siempre acompañados por unos buenos mates y la alegría de la familia, que nos daba la fuerza necesaria para seguir trabajando.
Luego de un agotador día de trabajo regresamos a la Iglesia en la cual nos estábamos quedando. Allí nos encontramos con todos los voluntarios de techos, que siempre con una enorme sonrisa en el rostro nos alentaban y servían. Comenzó a llover y a pesar de saber que nuestros nuevos amigos se estaban mojando, supimos que esa sería la última vez que les sucediera. Más tarde, y con una gran sonrisa en nuestros rostros nos fuimos a dormir, sabiendo que al día siguiente tres familias dejarían de vivir sobre piso de barro y paredes de chapa o cartón.
El día comenzó temprano, y el sol nos invitaba a continuar nuestro trabajo con un día muy agradable. Y allí estaban, las familias esperando, ansiosas por tener su casa. Levantamos paredes y techo mientras los niños corrían y jugaban a nuestro alrededor. Los rostros de los padres de familia reflejaban su satisfacción y alegría. Ellos sabían que esa noche sus hijos podrían dormir sobre una superficie seca mejorando así los problemas de respiración a causa de la humedad o tendrían un lugar para tratar cualquier enfermedad.
Y allí nos encontrábamos, un sábado 17 de octubre, día mundial de la lucha contra la pobreza inaugurando tres casas. Las familias cortaron la cinta y abrieron la puerta de su nueva casa. Sabíamos que esa puerta era la entrada a una vida nueva. Este no era el fin del proyecto sino el comienzo de lo que sería un gran cambio en la vida de las familias.
Cuando vimos la emoción y la alegría de cada uno de ellos comprendimos todo. Entendimos que los quioscos en los actos, las tortas que cocinamos, el desfile que realizamos, las horas que construimos y la ayuda que recibimos por parte de todos habían valido la pena. En la sonrisa de aquellas personas se resumía todo nuestro trabajo.
Había llegado el momento más difícil. Luego de habernos encariñado tanto con aquellas personas nos tuvimos que despedir. Dejamos el barrio, sabiendo que era una despedida pero no un adiós. Volveremos, a compartir otros mates, galletitas, música y un picadito.
Así aprendimos a comprender a otros, a compartir, a agradecer lo que tenemos y a creer. A creer que un país más justo es posible si dejamos de mirar y comenzamos a actuar.

Lo que leyeron recién lo escribí cuando volvimos de techos. Me parece que como última entrada del blog estaba bueno expresar lo que había rescatado yo del proyecto y creo que muchos se deben haber llevado algunas de estas cosas también. A lo largo del año criticamos a la sociedad desde un punto de vista muy estricto y considero apropiado rescatar cosas de la misma. Creo que desde el lugar en el cual cada uno se encuentra puede aportar su pequeño granito de arena para contribuir a una sociedad más justa y eso es lo que hicimos este año. Es necesario detenernos a mirar a nuestro alrededor y además de juzgar ver el accionar de todas las personas que desde un lugar humilde hacen lo que pueden para ayudar a cambiar muchos aspectos negativos de la sociedad.

11 comentarios:

  1. Muy linda la carta en primera persona Pau. Creo que está muy bien subrayar las experiencias personales positivas en las que uno se involucra para generar cambios en la sociedad. Como bien saben, a pesar de que algunos aspectos de esa experiencia los analizamos desde un lugar crítico, hubo muchos realmente positivos, sobre todo la práctica personal de descubrir que hay todo un mundo más allá del que normalmente habitamos y abrirse a nuevas posibilidades de conocer y ayudar a otros.

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  2. Re linda la carta Pau, se nota que la escribiste con muchas ganas y pudiste transmitir a traves de la carta todo lo que vivimos en dos dias, que fue una experiencia buenisima. Nos enfrentamos a una realidad que a pesar de que sabiamos que existia, muchas veces ignoramos y nos pudimos dar cuenta de que NO ignorandola y ayudando logramos empezar un gran cambio en tres familias.

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  3. Muy buena la carta! me apeno mucho al leerla no haber poder ido, se noto la experiencia magnifica que vivieron con solo leer tus palabras, la verdad me siento muy mal...
    La realidad a la que se enfretaron fue fuerte pero veo como la pudieron llevar adelante sin ningun problema. A pesar de a veces ignorarla nosotros la enfrentamos, yo no pude ir pero fui parte del proyecto. Y me parece que todos nos deberiamos sentir muy orgullosos de nosotros mismo.

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  4. Esta organización me sirvió muchísimo para romper de una vez por todas con esa barrera social entre la gente humilde y la gente con mejor situación económica.
    Juntar la plata no fue fácil pero aún así todos los sacrificios valieron para construir tres casas.

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  5. Me gusto mucho la carta, y creo que realmente esta reflejado lo que vivimos. Fue una experiencia única, donde conocimos como ya dijeron una realidad desde muy cerca, son pocas las oportunidades que tenemos de estar con gente con una realidad distinta a la nuestra, y por eso hay que aprovechar estas ocasiones. La verdad desde mi parte lo disfrute mucho y mecho mucho de esta experiencia, y cosas muy positivas. Además agregarle todo el esfuerzo que hicimos para lograr este proyecto, creo que es muy importante.

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  6. Está muy buen ala carta deber. De cierta manera me hizo revivir todo lo que vivimos y pasamos. Los pasos para junatr la plata, las peleas que tuvimos, las alegrías, etc. La verdad que la principio no me convencía mucho pero después de haber ido a construir y de conocer la realidad de las familias las cosas cambiaron. Me pareció una experiencia inolvidable y muy rica. Tanto porque conocí gente nueva junto con una realidad y porque pude compartir esta experiencia con ustedes.La verdad que el esfuerzo y todo lo que pasamos en estos siete meses valió la pena. DEspero que el año que viene los chicos de segundo también se copen y puedan vivir lo que nosotros vivimos.

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  7. Pau esta carta es un resumen de lo que vivimos, para mi fueron una mezcla de sensaciones tremendas, un choque de realidades muy opuestas que te llevan a pensar de otra manera, a romper con los prejuicios y ver que esta gente vive de otra manera contrariamente a la nuestra y mucho más difícil. Mientras nosotros nos preocupamos por cosas insignificantes pero que nos causan una terrible angustia, estas personas luchan día a día por un plato de comida y hasta ese momento luchaban también por tener un techo que es para nosotros algo que nunca nos falto, por ende nunca lo vivimos como un problema. Así que me parece muy importante poder colaborar siempre que este a nuestro alcance hacerlo y agradecer por todo lo que tenemos.

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  8. Lo que vivimos con esta experiencia fué algo muy lindo donde todos aprendimos y ofrecimos muchísimo con los demas. No solo logramos cumplir una meta en común con el grupo, sino que una meta personal de cada uno y además hacer una buena acción hacia la sociedad.

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  9. Yo no fui participe de este proyecto en unos principios ya que no creía poder comprometerme. Pero de igual manera me dejaron acompañarlos a construir las casas, y la verdad es que me arrepentí de no haber estado involucrada en el proyecto desde un principio.

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  10. Creo que esta carta resume todo lo que vivimos y aprendimos.
    Es lindo saber que pudimos compartir una experiencia así todos juntos, más allá de las dudas que surgieron al principio.
    Puede sonar egoísta el hecho de que nos haya parecido lindo ir a construirles una casa a alguien que no tiene donde vivir, pero si se mira más allá creo que lo importante es el resultado.

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  11. Sinceramente, me emocionó muchísimo. Creo que pudiste reflejar claramente el aspecto positivo que VOS querías transmitir sobre la sociedad. Me encantó como hiciste hincapié en la idea de ponerse en el lugar del otro y de cierta forma romper con esas barreras llenas de prejuicios que nos separan (invisiblemente) tanto del otro.
    Considero que este proyecto fue una forma de mostrar como la sociedad puede unirse, tanto de un lado como del otro, rompiendo con los prejuicios y los miedos tanto de un lado como del otro.
    Transmitiste mucho todo eso que te produjo y me encanta que haya sido así porque creo que para la mayoría fue una experiencia única y además, una de las primeras en las que realmente pudimos ver y compartir la vida del otro, que es tan distinta a la nuestra.

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