sábado, 26 de septiembre de 2009

Si este es el ejemplo...







En los videos se muestra a la jueza Rosa Elsa Parrilli, jueza del tribunal en el que se apelan las contravenciones e infracciones de transito que se producen en la ciudad. Gracias a las nuevas medidas de transito en Capital Federal, su auto había sido “secuestrado” por estar mal estacionado. En las imágenes vemos cuando la jueza se acerca a las oficinas de transito para retirar su auto, pero esta se niega rotundamente a pagar la multa.

Como podemos ver, ésta se muestra un tanto agresiva, levantando el tono de voz y agrediendo a las empleadas que trabajan en el lugar, ya que éstas se limitaron a hacer su trabajo y no aceptan entregarle el auto sin que pague la multa con anterioridad. Constantemente trataba a los empleados con inferioridad, primero diciéndoles que ella era la que mandaba, “La que mando acá soy yo, no tengo que pagar como no pago nunca en la vida"; apelaba a su cargo para amenazarlas diciéndoles que las iba a meter pesas, y luego de varios maltratos, apelo a la discriminación diciendo: “ganan $ 1.200 para joder a la gente, ¡todas morochas, ni una rubia contratan!".

"La actitud que tuvo con las dos empleadas fue realmente violenta. Les dijo que las iba a meter presas y que ganaban 1200 pesos para joderle la vida a la gente", dijo Guillermo Montenegro, ministro de Seguridad y Justicia de la ciudad de Buenos Aires, y agregó que esas actitudes "no corresponden en ningún ciudadano y mucho menos en un juez".

Luego de toda esta situación en la que la jueza no paro en ningún momento de tratar a las dos empleadas que la atendieron como “tontitas”, se retiro a reclamarle a un controlador de faltas en el edificio municipal de Carlos Pellegrini, el cual decidió perdonarle la multa ($119) y el acarreo.

Esta no era la única infracción que tenia esta jueza, en total fueron 29 las multas de transito que recibió, por hablar por teléfono mientras conducía, mal estacionamiento, etc.

Esta es una situación muy clara de abuso de poder. Y así como ésta, deben existir muchas más sólo que no son capturadas por las cámaras de seguridad, y así mucha gente sufre estas agresiones, insultos, sin poder hacer nada al respecto. Estas chicas tuvieron la suerte de que las cámaras hayan captado el momento y ahora pueden llevar el caso a la corte, donde esperamos que se haga justicia.

Cuando los noteros entrevistaron a esta señora, ella declaraba no acordarse de haberlas agredido de ninguna manera. Y cuando le preguntaron si creía que por ser jueza tenía más derecho que los demás, ella contesto muy tranquilamente, “¡Por supuesto!”

Vivimos en una sociedad en la que lamentablemente, y se ve reflejado en esto, lo que mas importa es ganar mucho dinero y tener cargos altos. Donde luego esto les da un poder del cual abusar, donde los que menos ganan y los que estas en puestos jerárquicos mas bajos no son tratados de igual modo que los demás e incluso son maltratados por los que tienen el poder en sus manos.

Pretendemos formar una sociedad mejor en la que las leyes se cumplan, no haya ladrones, violencia, muertes por accidente de transito, etc. pero como se va a lograr algo así si los que deberían dar el ejemplo, los que están para hacer justicia, cometen las mismas infracciones que trata diariamente en el juzgado tratando de que se haga justicia. Suena un tanto irónico ¿no?


9 comentarios:

  1. La verdad que la actitud de esta mujer no es el mejor ejemplo para nadie. Por sus acciones nos damos cuenta que no solo se siente superior por su cargo, sino que no respeta a nadie. Ni a los empleados que cumplen con su trabajo, ni al resto de las personas que no les queda otra que pagar sus multas por infracciones de transito. Pareciera como que todos tienen que cumplir con sus ordenes y cuando le toca a ella cumplir con una infracción, esto no puede ser posible, tiene mucho trabajo y no puede perder su tiempo haciendo colas y pagando multas.

    ResponderEliminar
  2. La reacción de esta mujer refleja de modo muy claro el estado actual de la sociedad. Es increíble como las personas abusan de su poder para denigrar a otros, para absolverse de pagar multas, impuestos o lo que sea.
    Estas personas deberían ser el ejemplo del resto de la sociedad y no crear rencor en las personas porque pierden el respeto que les tiene y la confianza que se deposita en ellos.

    ResponderEliminar
  3. Este es un ejemplo no solo de la falta de responsabilidad y de respeto sino también del abuso del poder y la discriminación. Con un hecho así creo que como país deberíamos concientizarnos porque esta es la gente que se supone nos representa, y es elegida por el pueblo.

    ResponderEliminar
  4. No me dejo de impresionar cada vez que veo a estar mujer gritando así. Y cada vez que lo veo me agarra mucha impotencia.
    Es una verguenza pensar que esa mujer forma parte del sistema de justicia de nuestro país. No entiendo como alguien así esta en ese cargo, pero después me pongo a pensar y por gente similar a ella el país se encuentra como está.
    A todo esto me impresionó también en las entrevistas en pos a las agresiones, como su actitud era totalmente lo contrario. Además de decir incoherencias y admitir que estuvo pésimo me dió una sensación como de desentendida a lo que le sucedía alrededor, casi como si estuviera adormecida. Ojalá se haga justicia.

    ResponderEliminar
  5. No puedo creer la actitud de esta señora, frente a las empleadas. Lo que mas me impresiono es la discriminación, cuando les dice “todas morochas ni una rubia!” la verdad no le encuentro sentido a estas palabras. Realmente es una vergüenza que gente de nuestra sociedad se sienta superior por su puesto de trabajo, a cada rato la señora repetía que ella era jueza y abogada. Ojala que estas chicas puedan hacer justicia.

    ResponderEliminar
  6. Este caso puede servirnos para pensar las siguientes preguntas:

    ¿Qué nos pasa con el poder?
    ¿Puede haber poder sin abuso o todo tipo de poder ya lo es?
    ¿Todo poder busca siempre su expansión?

    ResponderEliminar
  7. Como muchos de los actos de diferentes políticos y otros empleados públicos, éste es otro acto de corrupción si se quiere decir de otra menera.

    Tal como dice Meri, en qué sociedad vivimos que uno se cree superior a los demás porque su salario o su puesto de trabajo es superior.

    La verdad que esta clase de actos me da bastante impotencia y vergüenza a la vez porque todavía no puedo creer que ESTO sea la justicia argentina: “La que mando acá soy yo, no tengo que pagar como no pago nunca en la vida"

    ResponderEliminar
  8. Este caso, lamentablemente es el ejemplo de lo que ocurre a diario. La discriminación, el abuso de poder, la falta de respeto, el atropello, no están presentes únicamente en esta mujer. La publicación de estos videos nos abre el terreno para discutirlo más concretamente.

    ResponderEliminar
  9. Me molesta mucho el abuso de poder. Cómo esta mujer se cree superior por tener el cargo que tiene. Creo que por más que uno trabaje de lo que trabaje, este tipo de sanciones deben regir igualmente para todos.

    ResponderEliminar